NEUMOTÓRAX.
Definimos neumotórax como la presencia de aire en el espacio pleural. El neumotórax puede producirse cuando hay comunicación entre la pleura y el exterior (herida torácica externa, causas ia- trogénicas como toracocentesis o biopsias pulmonares mal realizadas) o por la comunicación con el aire del propio parénquima pulmonar, por rotura de pequeñas bullas pulmonares. Este último es el mecanismo habitual en el neumotórax espontáneo o en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Cuando entra aire en el espacio pleural se pierde la presión negativa y el pulmón puede colapsarse total o parcialmente. Las consecuencias fisiopatológicas del colapso pulmonar son similares a las del derrame pleural (compresión pulmonar) con aparición de insuficiencia ventilatoria restrictiva y alteración de la relación ventilación/perfusión. El neumotórax suele cursar en la mayoría de los casos con dolor de características pleuríticas (aumenta con la tos y la respiración profunda), y cuando hay colapso significativo de un pulmón puede llegar a provocar insuficiencia respiratoria, que puede ser grave en algunos enfermos.
Uno de los tipos de neumotorax más frecuentes es el denominado neumotórax espontáneo. Suele producirse en individuos varones jóvenes (20 - 40 años), generalmente delgados y muchos de ellos fumadores. En un 50% de los casos suele ser recidivante. Si el neumotórax es de pequeño tamaño puede resolverse de forma espontánea. En muchas ocasiones, sin embargo, es necesaria la colocación de un tubo de drenaje en el espacio pleural con presión negativa de aspiración en el espacio pleural para conseguir reexpandir el pulmón hasta la cicatrización de la lesión pleural.
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